El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, aseguró ayer que el Gobierno español «toma nota» del acto «poco amistoso» que supone la llegada el próximo viernes del submarino nuclear 'Tireless' a Gibraltar para hacer una escala de rutina y advirtió que «la serie poco afortunada de actitudes» del Reino Unido en relación con Gibraltar podría afectar a las relaciones entre Ejecutivos.
Moratinos compareció ante la prensa en Barcelona después de comprobar que «los esfuerzos» de su homólogo británico, Jack Straw, «no dieran su fruto» y no lograse evitar una «actitud inaceptable y poco amistosa por parte de la marina británica».
El ministro confirmó que el secretario de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica, Bernardino León, convocó ayer al embajador británico en Madrid, Stephen Wright, para manifestar el «rechazo y malestar profundo» por lo que «consideramos un acto poco amistoso que se inscribe en una serie poco afortunada de actitudes nada favorables a mantener un diálogo y una voluntad de trabajar y cooperar juntos».
No obstante, Moratinos ya dio por hecho que la presencia del 'Tireless' -«que queremos que sea segura y corta», dijo- «va a tener su impacto en el desarrollo normal de las relaciones entre Gran Bretaña y España».