Un informe de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), que preside José María Aznar, alertaba en diciembre de 2003 del recrudecimiento de la amenaza terrorista en los países que participasen en la guerra de Irak.
Se trata de la ponencia «El desafío de la seguridad», redactada por el catedrático Juan Avilés y cuya remisión a la comisión de investigación sobre los atentados del 11 de marzo había sido solicitada por el PSOE.
En el capítulo titulado «La amenaza del terrorismo islamista en España», se señala que «cabe esperar un recrudecimiento de la amenaza terrorista si es que se produce la guerra contra Irak, una amenaza que afectará preferentemente a los países que participen en ella».Según el informe del catedrático, después del 11 de septiembre se han venido sucediendo atentados en distintos puntos del planeta, y achaca el hecho de que no se hubieran producido en la Unión Europea a la acción de la Justicia y de las Fuerzas de Seguridad.
A su juicio, «para el terrorismo islamista los enemigos son todos los infieles y los malos musulmanes», y en ese contexto «las fronteras nacionales tienen poca importancia». Así, advierte de que «puede haber un atentado islamista en España, como ya lo hubo en un restaurante de Torrejón en 1985» (El Descanso), y también «puede haberlo igualmente en Italia, en Francia, en Gran Bretaña o en cualquier otro país europeo».
Además, avisaba de que «el territorio español puede ser utilizado para preparar atentados en Estados Unidos, Rusia o Argelia», y que «turistas españoles pueden ser víctimas del terrorismo islamista en cualquier centro de vacaciones, como ocurrió hace unos años en Marrakech».