El ministro de Exteriores y Cooperación, Miguel Àngel Moratinos, se mostró confiado en que «España será uno de los primeros países europeos que ratificará la Constitución europea». Moratinos dijo no tener «ningún temor» a que España no ratifique el texto, dado que «es un país europeísta» y los españoles «se sienten europeístas», al tiempo que insistió en que la posibilidad de celebrar un referéndum «todavía no se ha planteado definitivamente».
En este sentido, la intención del Ejecutivo es «mantener un debate en el Parlamento con los grupos políticos y establecer de manera consensuada cuál será el mejor instrumento o método para llevar a cabo la ratificación», explicó el titular de Asuntos Exteriores.
Moratinos anunció que el Gobierno llevará a cabo una campaña de «difusión y explicación» de la Constitución Europea con la intención de hacer llegar el texto a la ciudadanía, para lo que colaborará con las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos, los sindicatos y las empresas.
El ministro de Exteriores reconoció que la escasa participación de los europeos en las elecciones celebradas el pasado domingo supuso «un acicate» para acelerar los trabajos de elaboración de la Carta Magna. «Había una especie de necesidad política, de urgencia política, de dar esta señal fuerte y bien dirigida a la ciudadanía europea», resaltó.
A juicio de Moratinos, con la aprobación de la Constitución Europea, el Gobierno ha cumplido los tres grandes objetivos que se marcó al llegar al poder: que la Constitución se cerrara en presidencia irlandesa, que mejorara el peso y la influencia de España y que España se manifestara como un país «constructor de Europa, que no bloquea y sirve como punto de encuentro».Con la Carta Magna europea, España tiene garantizada la «mejor defensa de sus intereses», con la combinación de la capacidad real de voto con la «verdadera capacidad de influencia política con los países que mandan en Europa, como Alemania, Francia, Reino Unido o Italia», sostuvo Moratinos.