El Consejo de Ministros aprobó en su reunión de ayer la derogación del trasvase del Ebro a las cuencas de Catalunya, Júcar, Segura y del Sur. No obstante, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció que los primeros hectómetros cúbicos llegarían a Murcia y Valencia, dos de las regiones más perjudicadas, «previsiblemente en 2005». Paralelamente, aprobó un centenar de actuaciones urgentes que supondrá un ahorro público de 1.600 millones en el conjunto del Plan Hidrológico Nacional (PHN).
El compromiso del Gobierno es proporcionar 1.063 hectómetros cúbicos frente a los 620 hectómetros cúbicos reales del trasvase, que suponen una inversión de 3.798 millones de euros y proporcionarán a Catalunya, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía, «más agua y a un precio más barato» que la que obtendrían estas Comunidades Autónomas del trasvase del Ebro, explicó Narbona.
Las alternativas en la Cuenca Hidrográfica del Sur son las desaladoras del Campo de Dalías, en Níjar, en el Bajo Almanzora, de Carboneras, en el Poniente Almeriense, remodelación de la de Marbella, y en la Costa del Sol. Asimismo, habrá reutilización de aguas residuales en el Campo de Dalías, en Almería, en la ciudad de Málaga y la Costa del Sol, conexión presa Cuevas de Almanzora-Poniente Almeriense, mejora de las infraestructuras hidráulicas de los riegos de la zona de Poniente de Adra, entre otros. En la Cuenca Hidrográfica del Segura, el ministerio estudiará durante un año la situación de la cuenca para determinar los usos reales del agua. Está previsto que se construyan las desaladoras del Campo de Cartagena, para regadíos del trasvase Tajo/Segura, en el Guadalentín, para riego en Murcia, de La Pedrera, en Pilar de la Horadada, para L'Alacanti y Vega Baja, y de Cartagena.
Narbona insistió en que la negativa al trasvase del Ebro responde a criterios de «racionalidad económica, mayor eficacia en el gasto público y en el uso eficiente del agua; y a la incorporación de la recuperación de costes en las tarifas del agua».Más de un millar de personas, cerca de 2.000 según el consejero de Agricultura, Agua y Medio Ambiente, Antonio Cerdá, respondieron a la convocatoria del Consorcio de Usuarios de Agua de Murcia y se manifestaron por las calles de la ciudad bajo el lema 'Agua para todos', en un acto en el que se mostró también el rechazo hacia el trasvase del Ebro. El Gobierno autonómico advirtió que esta protesta «es sólo el comienzo». Mientras, PSOE murciano y los representantes sindicales en la región criticaron las movilizaciones y apostaron por el diálogo y la negociación.