El presunto cerebro de los atentados del 11-M, Rabei Osman El Sayed, alias «El Egipcio», vivió en Alemania durante más de dos años y desapareció en agosto de 2001, poco antes de los ataques del 11 de septiembre en EE UU.
A principios de 2003 las autoridades españolas informaron a la policía criminal alemana de la apertura de una investigación contra «El Egipcio» por supuesto apoyo a una asociación terrorista, según el semanario «Focus».
Las autoridades de Sarre informaron de ello a la Fiscalía general alemana a mediados de abril de 2003 y ésta ordenó, el 29 de abril, que se investigara el entorno en el que se había movido Ahmed durante su estancia en Alemania.
Pero la policía sólo tenía un par de números de teléfono que «El Egipcio» había marcado cuando vivía aquí y se consideró que no era base suficiente para una investigación.
«Mohamed el Egipcio» entró ilegalmente en Alemania en abril de 1999 y, según informaciones de otro semanario alemán, «Der Spiegel», en junio de ese mismo año fue detenido en un tren que viajaba de Alemania a Francia por no llevar papeles. El hombre se presentó a los agentes como un palestino apátrida.
Durante más de un año, «El Egipcio» permaneció en el presidio de Ottweiler, en el estado federado del Sarre, donde se encargaba de la limpieza y estudiaba el Corán.