El ministro de Defensa, José Bono, anunció ayer que renuncia a la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco tras las críticas y la polémica de los últimos días, decisión que demuestra «mucha sensibilidad» a juicio del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.
Bono confesó que una de las razones que lo llevaron a renunciar fue «ver triste y más que triste» a uno de sus hijos por la controversia suscitada por la condecoración, que le concedió el Consejo de Ministros el viernes a propuesta de Zapatero.
«Me pareció que la política tiene un límite y puedo pasar muy bien sin una medalla que tiene prestigio. Con llevar la medalla de la Virgen de Cortes (patrona de la localidad albaceteña de Alcaraz), me vale», explicó Bono.
El ministro agradeció a Rodríguez Zapatero el honor de la condecoración, pero «mucho más» la «inteligencia y la comprensión» de aceptar la renuncia.
Quiso dejar claro que renunciar no supone «despreciar» la Gran Cruz del Mérito Militar y añadió que le da la impresión de que lo ha hecho «bien» y que la principal condecoración y medalla es la que le dan los ciudadanos con su «afecto y confianza».
Rodríguez Zapatero había opinado antes que Bono demostró «una gran eficacia» en el regreso de las tropas de Irak.
En la polémica por la condecoración, el líder del PP, Mariano Rajoy, le había aconsejado ayer que demostrase un «mínimo de pudor y de vergüenza» y que la rechazase porque «no es pudoroso condecorarse a sí mismo».
El ministro argumentó que, cualquiera que sea la intención de las críticas, el presidente del Gobierno y él mismo no tienen los oídos tapados, sino «bien atentos a la sociedad».
Por el PP, el cabeza de lista en las elecciones europeas, Jaime Mayor Oreja, afirmó ayer que «nunca debió concederse» la Gran Cruz al ministro de Defensa, «ni debió nunca» Bono aceptarla.