Al menos ocho de los 62 militares fallecidos en el accidente del Yak-42 en Turquía podrían haber sido enterrados con identidades erróneas, según publicaba ayer el Heraldo de Aragón.
Así lo ha comprobado, afirma en la información, al cotejar los datos de las autopsias practicadas en Turquía con la información del reconocimiento de los cadáveres que Defensa facilitó a las familias.
No se corresponde, añade, el número que Defensa asignó a la necropsia de los fallecidos -y que envío documentalmente a los familiares- con el que les otorgó el sumario de Turquía, donde el número se les asignó con datos que «inequívocamente eran de los fallecidos, como los anillos con las inscripciones que portaban las víctimas».
Agrega que los forenses turcos, al examinar los cadáveres, hallaron cinco anillos con datos personales y que en cuatro casos las identidades de sus propietarios no se atribuyeron correctamente a los fallecidos, un error que implica un fallo en ocho de las víctimas.En el Protocolo de la Autopsia e Identificación de Cadáveres del juzgado de Macka (Turquía) se detallan estos hallazgos y se incluye la leyenda personal con el nombre de las respectivas esposas y de sus fechas de boda.
Unos 60 familiares de las víctimas del accidente del Yak-42 viajaron ayer a Turquía para realizar las pruebas de ADN con la finalidad de comprobar la identidad de los fallecidos, algunos de cuyos cuerpos «no fueron correctamente identificados», según reflejan algunas de las pruebas disponibles.
Así lo manifestó el presidente de la asociación que agrupa a 40 familias de los 62 militares fallecidos en el accidente del Yak-42, Carlos Ripollés, quien aseguró que «con el análisis del protocolo de identificación de cadáveres y con los informes de necropsia se deducen una serie de irregularidades e incongruencias que da lugar a saber que hay cuerpos que no fueron correctamente identificados».