José María Aznar reconoce en el epílogo de su libro «Ocho años de gobierno. Una visión personal de España», que quizás «bajó la guardia ante la amenaza fundamentalista» por centrarse en la lucha contra ETA en la última legislatura. Aznar, en el epílogo, sólo usa el tono de duda cuando se trata de asumir posibles equivocaciones: «Debo reconocer, sin embargo, que tal vez la opinión pública no era lo suficientemente consciente, hasta el 11 de marzo, del alcance de la amenaza del terrorismo islámico, o por lo menos no tanto como lo ha sido de la amenaza del terrorismo de ETA».
«Si es así, el Gobierno tiene sin duda una responsabilidad que asumir. Quizá los propios éxitos conseguidos en la lucha contra ETA ... nos han llevado a bajar la guardia ante la amenaza fundamentalista. Y quizá hemos inducido a confusión acerca del posible papel que nos corresponde en la lucha contra el terrorismo, como si los españoles hubieramos aceptado participar en ella a cambio de ayuda en la batalla que estamos llevando en nuestro territorio».
Aznar presentó anoche en un abarrotado Invernadero de la Arganzuela de Madrid su libro y defendió la capacidad del líder del PP, Mariano Rajoy, para devolver a este partido al poder, frente al nuevo «partido del odio» que dijo se ha formado por todos los que intentan «destruir al adversario».
La presidenta de la Comunidad de Madrid aseguró ayer que considera «imprescindible» investigar «a fondo» lo sucedido el 11-M. Está convencida de que Acebes no mintió y por ello es partidaria de que el Gobierno anterior comparezca en el Parlamento en la «comisión parlamentaria de investigación que se instituya». Aguirre precisó que Àngel Acebes «no mintió en ningún momento» durante el 11-M. «Otra cosa es que dijera cosas que después -a toro pasado es muy fácil saberlo- se demostró que estaba confundido», aseguró.