El secretario general del PP, Mariano Rajoy, remitió ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, una carta para manifestarle su «queja formal» por las declaraciones del ministro del Interior, José Antonio Alonso, quien afirmó el martes que antes del 11-M «hubo una clara imprevisión política», mientras el Gobierno reclamó lealtad y sosiego al PP.
Las declaraciones realizadas por Alonso han causado una polémica que empezó ayer cuando Angel Acebes, secretario general adjunto del PP, convocó una conferencia de prensa para contestar a su sucesor en el Ministerio del Interior. Acebes acusó a Alonso de «miserable», «incompetente» y otros adjetivos como «vil», «mediocre» e «indecente», al timepo que le exigió que rectifique para mantener la vigencia del Pacto contra el Terrorismo, además de comentar que «el señor Zapatero hará lo que crea conveniente» respecto a la continuidad del ministro.
El Gobierno salió al paso de las palabras de Acebes a través del ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, quien reclamó al PP «un poco de sosiego» y que conserve «la misma lealtad» hacia el Gobierno que la que demostró el PSOE cuando estaba en la oposición, porque la lucha contra el terrorismo, dijo, «es la lucha de todos y es la prioridad absoluta».
Acebes había considerado en la conferencia de prensa las afirmaciones de Alonso «gravísimas» por sus consecuencias en la lucha contra el terrorismo, dijo que demuestran la «vileza» del actual ministro y afirmó que desea que se levante el secreto del sumario para que los ciudadanos sepan «quién les mintió y manipuló» tras el 11-M. El dirigente del PP afirmó que los ciudadanos no se merecen un ministro del Interior como el actual, por lo que consideró que Zapatero debe actuar en consecuencia.