El presidente del Gobierno en funciones, José María Aznar, y el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ultimaron ayer los detalles para el traspaso de poderes en una reunión que se desarrolló en un clima de «normalidad y cordialidad», según fuentes socialistas y del Ejecutivo.
Esta reunión sirvió para culminar el proceso. Aznar reiteró el compromiso, ya apuntado en la anterior reunión que mantuvieron, de entregar el nuevo Gobierno un dossier de cada uno de los ministerios con el balance de situación de cada departamento, así como de las cuestiones que están abiertas o en tramitación.
La reunión consistió en un desayuno de trabajo que se prolongó durante algo más de una hora y que supuso la segunda ocasión en que Aznar y Zapatero tuvieron oportunidad de conversar cara a cara desde las elecciones del pasado 14 de marzo.
En la entrevista de ayer, ambos analizaron detalles sobre la situación que heredará el Gobierno socialista en asuntos concretos y repasaron cuestiones relativas a política internacional, lucha antiterrorista o economía.Aunque ninguna de las partes ofreció más detalles sobre el contenido de la reunión, sí hubo coincidencia en destacar el clima distendido y de normalidad de la misma.
Aznar esperó a Rodríguez Zapatero al pie de la escalera de acceso al edificio principal del Palacio de la Moncloa, y cuando el líder socialista se disponía a bajar del coche en el que se trasladó hasta este recinto, el jefe del Gobierno en funciones se acercó a recibirle a la puerta del vehículo.
Un primer apretón de manos dio paso a un nuevo saludo ante los informadores gráficos antes de acceder al interior del edificio en el que se desarrolló la entrevista y en donde hubo oportunidad de captar la imagen de ambos charlando de forma distendida en dos sillones contiguos.