Forenses y agentes de Policía Científica ultiman los trabajos de ADN de los restos hallados en el piso de Leganés donde se suicidaron seis terroristas islámicos. Aunque aún no se han concluido estos trabajos, los especialistas determinaron ayer que al menos son seis los terroristas fallecidos tras el hallazgo de once piernas que han podido ser reconstruidas, según informaron fuentes de la investigación.
Los técnicos están analizando minuciosamente los más de 200 restos humanos guardados en bolsas, en las que se encuentran cuatro cabezas, entre ellas la de «El Tunecino», uno de los cuatro terroristas que hasta el momento han sido identificados plenamente tras suicidarse en el piso de Leganés (Madrid), donde los agentes, según fuentes de la lucha antiterrorista, han hallado tres metralletas modelo «Starling».
Estas armas son similares a la que portaba el presunto portavoz de Al Qaeda que reivindicó la masacre del 11-M en un vídeo hallado en una papelera en las inmediaciones de la mezquita de la M-30 en Madrid. Estas armas podrían haber sido adquiridas en el mercado negro de los Balcanes, a traficantes de armas residentes en España o a terroristas islámicos desplazados a esa zona.
Las Fuerzas de Seguridad buscan en las localidades próximas a Leganés, en la zona sur de la Comunidad de Madrid, y otras del Corredor del Henares por si los autores de los atentados contaban con otro piso franco u otro tipo de infraestructura y en el que podrían esconderse los terroristas huidos.
La policía busca ahora a un hombre que dejó la vivienda de Leganés en la que se escondían en torno a las 17.30 horas del sábado, y que alertó a los terroristas que se inmolaron de la presencia de las fuerzas de seguridad, así como a otro colaborador. Salió para bajar la basura, vio a los agentes de paisano y comenzó a dar voces para alertar a sus compañeros mientras se daba a la fuga.