El marroquí Abdelkrim Thami Meyati, presunto cerebro de los atentados del 11-M, es uno de los cinco sospechosos contra los que el juez dictará órdenes internacionales de busca y captura. Además de Thami Meyati, el juez pretende la captura de otros cuatro sospechosos de los atentados del 11-M, entre los que se encontrarían presuntos autores materiales y organizadores, algunos de los cuales podrían haber huido antes o después de la masacre.
A Thami Meyati se le vincula también con los atentados de Casablanca (Marruecos), el 16 de mayo de 2003, y se le relaciona con Temsamani Jad Hicham, un imán de la provincia de Toledo que fue detenido en Vitoria el pasado 19 de junio y al que uno de los arrestados tras los atentados de Casablanca señaló como miembro de un grupo extremista islámico.
La Audiencia Nacional autorizó en diciembre pasado la extradición a Marruecos del imán, al que se reclamaba por delitos de terrorismo.
También se relaciona a Thami Meyati con Abdelaziz Benyaich, arrestado el pasado año en Algeciras (Cádiz) por su supuesta relación con los atentados de Casablanca y que está procesado por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por su presunta pertenencia a la célula de Al Qaeda en España desmantelada en 2001.
El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ordenó la madrugada del martes el ingreso en prisión incondicional de otros dos detenidos en relación con el 11-M, entre ellos el sirio Basel Ghayoun, quien ha sido reconocido por varios pasajeros de uno de los cuatro trenes de cercanías que sufrieron los atentados.Según informaron fuentes jurídicas, Ghayoun ha sido reconocido por al menos dos personas que el pasado día 11 viajaban en los trenes, una de las cuales resultó herida en los atentados, por lo que el magistrado decidió imputarle como cooperador necesario en 190 delitos de asesinato terrorista consumados, otros 1.430 en grado de tentativa y cuatro de estragos.