La Generalitat de Catalunya ha decidido no aplicar los puntos de la Ley de Calidad de la Enseñanza cuya entrada en vigor estaba prevista para el año que viene, como la reválida o la repetición de curso con dos asignaturas suspendidas. Las autoridades de la Comunitat argumentan estar a la espera de una decisión del nuevo Gobierno. Ante esta decisión, la ministra de Educación en funciones, Pilar del Castillo, pidió a los socialistas que impidan que se lleve a cabo por ser una «transgresión clara y flagrante de la legalidad».
Los alumnos catalanes no repetirán el próximo curso con más de dos asignaturas suspendidas, ni tendrán que examinarse de la Prueba General de Bachillerato (PGB), más conocida como la reválida, tras el anuncio de la consellera d'Ensenyament de la Generalitat, Marta Cid (ERC), de no aplicar las modificaciones que contempla la LOCE, a la espera de una decisión del nuevo Gobierno.
Cid, que desde que el PSOE ganó las elecciones lleva pidiendo una moratoria de dos años para la puesta en marcha de esta ley, se quejó de la «ambigüedad» que todavía mantienen los socialistas en materia educativa, quince días después de las elecciones, una situación que calificó de «irresponsable» por no tener en cuenta que se agotan los plazos. La consejera recordó que los socialistas se comprometieron a derogar dicha normativa pero, de momento, sólo se han posicionado sobre algunas cuestiones, como la asignatura de Religión, que se convierte en optativa. Según Cid, el nuevo Gobierno está «actuando como si nada hubiese pasado».