EFE/EUROPA PRESS-MADRID
Aznar y Rajoy protagonizaron un acto-mitin en Madrid en
agradecimiento a sus casi 9,7 millones de votantes y que se
convirtió en un caluroso homenaje al jefe del Ejecutivo en
funciones y un desagravio a Rajoy tras su derrota electoral. Las
casi 20.000 personas que, según los organizadores, abarrotaban el
Palacio de Vistalegre interrumpieron constantemente las
intervenciones de ambos, con gritos, cánticos y consignas como
«Esto sí es un presidente», «Partido Popular, esa es la verdad» y
«Aznar por siempre, serás mi presidente».
El público también coreó reiteradamente cánticos contra medios de comunicación que los populares consideran que les han perjudicado el 14 de marzo, como el Grupo PRISA y Tele 5. Aznar y Rajoy dedicaron parte de sus intervenciones a explicar su versión de lo ocurrido el 14 de marzo y a asegurar que el Gobierno dijo la verdad tras los atentados de Madrid.
En ese contexto, el presidente del Gobierno en funciones aseguró que el PP no va a aceptar calumnias y reiteró la necesidad de reafirmar el compromiso antiterrorista tras el 11-M. Por ello, pidió a Rodríguez Zapatero que no baje a España del «autobús» de la lucha antiterrorista porque sería una «tragedia» y, en alusión a las tropas de Irak, dijo que España no se tiene que ir de ningún sitio.
Al respecto, Rajoy señaló que, ante los atentados, los populares reaccionaron «con dignidad, respeto y decencia» por considerar que «eran momentos de dolor para estar unidos y no para buscar ventajas políticas ni hacer falsas acusaciones». Tanto Aznar como Rajoy aseguraron que fueron otros los que mintieron y manipularon, subrayaron que los autores de esa forma de actuar lo saben, y rechazaron las manifestaciones que se convocaron ante las sedes del PP la jornada de reflexión.En este sentido Rajoy afirmó ante los asistentes: «Os mintieron, y ellos lo saben (en referencia a algunos medios de comunicación)», para acusar posteriormente al PSOE de aprovechar el 11-M para sacar ventaja política. Por su parte, y tras arremeter contra los socialistas, Aznar quiso zanjar la polémica electoral: «Quien gana, gobierna y no hay nada más que discutir».