El presidente del Gobierno español en funciones, José María Aznar, emplazó ayer al futuro Ejecutivo socialista a que mantenga los logros de su gestión ante la UE y afirmó que deja a España con el mayor nivel de prosperidad y la mejor posición institucional que ha tenido nunca en Europa. En una conferencia de prensa al término del Consejo Europeo de Bruselas, su última cumbre como jefe del Ejecutivo, Aznar deseó que el nuevo Gobierno del PSOE sepa mantener el actual peso institucional de España en la UE, «equivalente» al de «los países más grandes», y «proyectar» o «mejorar» los resultados «muy satisfactorios» que obtuvo hace cinco años en el reparto de fondos.
Además, advirtió de que la responsabilidad de los líderes europeos en el desarrollo de las reformas económicas pendientes desde la cumbre de Lisboa será «determinante» para lograr el objetivo de convertir a Europa en el «primer agente económico del mundo», ya que, si no se alcanza esta meta, la UE «va a perder aún más influencia de la que ya ha perdido».
Respecto a si cree que una mejor relación con otros líderes de la UE le habría proporcionado mejores resultados en las negociaciones sobre la Constitución Europea, señaló que la defensa de los intereses nacionales es más importante que las relaciones personales, aunque tiene «muchos amigos» en el Consejo Europeo, entre los que destacó únicamente al británico Tony Blair.«Además de ser un gran amigo, es de los líderes que merecen la pena en Europa», subrayó Aznar sobre el primer ministro británico, en un comentario con el que dio por concluida su última comparecencia informativa tras una cumbre. En cuanto a sus desencuentros con los dos principales países de la UE, recordó que, bajo su mandato, Alemania ha sido el segundo socio económico de España y Francia el primero e insistió en que, en la «inmensa mayoría» de los terrenos, las relaciones con ambas naciones son «muy buenas», pese a defender «visiones distintas» en «algunas cuestiones europeas».