EFE/OTR/PRESSBARCELONA
Los grupos parlamentarios de PSC, ERC e ICV-EA coincidieron ayer en
deplorar los «insultos», «infamias» y «clarísimas agresiones» del
presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, a su homólogo catalán,
Pasqual Maragall, al tildarle de borracho. También CiU quiso «salir
al paso» de esta «inadmisible descalificación personal», por lo que
el presidente de su grupo parlamentario, Artur Mas, exigió a su
autor una «disculpa inmediata, rotunda y tajante».
Mas, que denunció también la «grave ofensa» que la ministra de Administraciones Públicas, Julia García-Valdecasas, dedicó a ERC al calificar a sus representantes como «asesinos», advirtió que «se está instalando en la vida política» un «lenguaje viciado y horroroso» que «sólo nos conduce al caos y a la miseria colectiva».
El portavoz parlamentario de ERC, Josep Huguet, consideró que «en cualquier otro lugar del mundo, algo así significa una dimisión inmediata», ya que las palabras de Valcárcel le restan «talla política alguna para ocupar un rango institucional» como el que ocupa.
Por su parte, el conseller de Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, pidió ayer el «cese inmediato» de la ministra de Administraciones Públicas, Julia García Valdecasas, y del presidente murciano, Ramon Luis Valcárcel, por sus declaraciones «inadmisibles» y que «se contestan por ellas mismas».Saura aseguró que las afirmaciones de ambos se inscriben en el «clima de crispación, de insultos e injurias» que, según él, lleva a cabo el PP, y pidió que el debate sobre la entrevista del secretario general de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, con ETA «desaparezca de la campaña».