El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso ayer la elaboración de un modelo de «seguridad democrática global» para afrontar los riesgos y problemas del planeta, en especial el terrorismo, frente al concepto de 'guerra preventiva' impulsado «por las políticas neoliberales», ya que «el mundo es más complejo para hacer un simple maniqueismo entre el bien y el mal».
En este sentido, Zapatero afirmó que la izquierda «sigue vigente en el mundo», tiene un papel relevante y no quedó «enterrada bajo las ruinas del Muro de Berlín».
Durante su intervención en el acto de apertura de la Internacional Socialista (IS), que se celebra este fin de semana en Madrid y reúne a más de 400 representantes e invitados de más de 60 países, Zapatero dijo que el mundo actual está lleno de «incertidumbres y desafíos» que atañen a la seguridad internacional, entre ellos el terrorismo y las armas de destrucción masiva, pero consideró necesario otro enfoque para solucionar los conflictos.
«Hay que trabajar en otro concepto de seguridad global que tenga en cuenta los desafíos -dijo- pero que descienda a las raíces más profundas del mundo y dé respuesta a los problemas más acuciantes, como la desigualdad entre ricos y pobres, el hambre, la violación de derechos humanos o las tensiones migratorias».
Después de asegurar que las armas de destrucción masiva es uno de los «riesgos y amenazas que preocupan a todos los ciudadanos», advirtió de que la seguridad también está en eliminar la tensión entre los países del mundo por las desigualdades sociales e intentar lograr mayor equilibrio. Así, destacó la relevancia del presidente de Brasil, Lula da Silva, así como del candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, John Kerry, por su repercusión en el ámbito internacional en favor de más igualdad. Zapatero reiteró sus críticas a la 'guerra preventiva', afirmando que no ha servido para solucionar el conflicto en Irak y en Oriente Medio, y señaló que los socialistas «no pueden aceptar la simplificación de los problemas del mundo, que se reduzcan a la amenaza terrorista y a las armas de destrucción masiva, los principios de la 'guerra preventiva'».
En este sentido, dijo que esta «estrategia» no es la respuesta a los problemas sino «una fuente más de inseguridad y un factor de agravamiento», y que la base de la solución de los problemas será el respeto al derecho internacional y a la legalidad de las instituciones, en especial de la ONU. Zapatero señaló que es necesario reforzar el multilateralismo y la colaboración, «no erosionarlo, subvertirlo o desnaturalizarlo».