En las cartas amenazantes se menciona la existencia de un hipotético conflicto entre Euskadi y España que, para la banda, supone una «guerra». El ministro del Interior mencionó que la campaña está dirigida contra los intereses turísticos de Catalunya y del resto de España en un momento, añadió, en el que «algunos quieren poner precio político a la paz y hablan», en referencia a la entrevista entre Carod y la cúpula etarra.
El ministro apuntó que ETA «no atenta más porque no puede, pero permanentemente amenaza, extorsiona, coacciona y pretende extender el terror contra los interesas de España, incluidos los de Catalunya, mientras se reúne con Carod Rovira». Según fuentes de la lucha antiterrorista, ETA se ha dirigido en esta ocasión tanto a las habituales agencias de viajes como a grandes touroperadores, ya tengan sede social en España o sean grandes grupos que incluyen entre sus ofertas a España dentro de sus paquetes turísticos.
La excusa de la extensión de sus atentados contra intereses turísticos a todo el año es el actual «contexto político», en el que, según los terroristas, la «opresión» al pueblo vasco «se ha acrecentado». «Queremos transmitir que a partir de ahora el frente de lucha que tiene como blanco los intereses turísticos en España estará operativo durante todo el año», se atreven a advertir los autores del texto. Como modo de amedrentamiento se recuerdan atentados como el de Santa Pola, en el que murió una niña de seis años y un hombre de 57, además de dejar hasta cuarenta heridos.
También hacen alusión al atentado contra el aeropuerto de Santander, que cerró la campaña de verano, y los cometidos el 22 de julio en Alacant y Benidorm en los que resultaron heridos varios extranjeros, entre ellos un holandés y un alemán que sufrieron heridas graves.