El Gobierno no comparecerá en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre la actuación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en el 'caso Carod', como exige toda la oposición. Ayer el PP rechazó esta posibilidad alegando que las Cortes están disueltas y en este período ya no caben comparecencias. Los partidos de la oposición han criticado esta postura, exigiendo al Ejecutivo que dé explicaciones y acusándole de «ocultar» información y dejar «exento de control» al Gobierno, además de recordarle que, pese al cierre de la Cámara, ellos siguen cobrando su sueldo y, por lo tanto, deben seguir trabajando.
El PP, que tienen mayoría en la Mesa -tiene tres representantes frente a dos del PSOE-, recalcó que para adoptar esta decisión se han tenido en cuenta «posiciones doctrinales y la práctica unánime de anteriores legislaturas». «No nos hemos apartado ni un ápice de lo resuelto desde la segunda legislatura», declaró la ex ministra Margarita Mariscal de Gante, vicepresidenta de la Mesa por el PP.
Sin embargo, la vicepresidenta socialista en la Mesa de la Diputación, Amparo Rubiales, justificó las comparecencias del presidente del Gobierno, José María Aznar, del ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, y del director del CNI, el mallorquín Jorge Dezcallar, alegando que, según la Constitución y el Reglamento, corresponde a la Diputación Permanente velar por los poderes de las Cámaras «cuando éstas no están reunidas». El Partido Popular considera que sólo cabe alegar este artículo ante «ataques externos a las Cámaras».