El próximo presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, aseguró ayer que habrá referéndum en Catalunya, respetando la legalidad, si las Cortes Generales bloquean sin motivo la reforma del Estatuto catalán. Así respondió a las amenazas, incluso de cárcel tras la reforma del Código Penal que ha aprobado el PP en solitario, del portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana. «No me extraña que una persona que entra en política para hacerse rico meta la pata», dijo Maragall, quien se comprometió a presidir una Generalitat «de todos». «No seré presidente de una Generalitat socialista ni de una Generalitat de izquierdas», explicó.
«No nos saldremos nunca de la Ley, ni nuestros socios tampoco», dijo Maragall ante el Consell Nacional del PSC. Esta es la respuesta a las amenazas de Zaplana, al que Zaplana ni siquiera llegó a citar, pero al que acusó de «meter la pata» con su valoración del acuerdo de gobierno en Catalunya y de «entrar en política para hacerse rico».
Pese a que Zaplana llegó a esgrimir la reforma del Código Penal, que castigará con la cárcel la convocatoria de un referéndum ilegal, Maragall insiste en esta consulta. «El pueblo de Cataluña no se puede quedar quieto si se le niega su sueño», dijo, por lo que, «en caso de bloqueo, de excesiva dilación, desnaturalización, de que no avance» la tramitación de esta reforma, «le preguntaremos al pueblo de Catalunya, de la forma más respetuosa posible, qué piensa».En todo caso, se mostró convencido de que no se dará esta situación porque la mayoría absoluta del PP «no se repetirá» en las elecciones generales de marzo. Maragall agradeció al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero «su firmeza y su amistad» y también «ese proyecto común que compartimos y que ha permitido que lleguemos hasta aquí».
Maragall tendió la mano a todos los ciudadanos, prometiendo que su Gobierno no será sectario. «No seré presidente de una Generalitat socialista, ni de una Generalitat de izquierdas, será presidente de la Generalitat y punto, de una Gneralitat de todos que ha sido escatimado a una parte de los catalanes», dijo, por CiU. Así, afirmó que el paso de los convergentes a al oposición abre las puertas a «un futuro de esperanza».