La policía francesa consiguió detener al jefe etarra Ibon Fernández Iradi, alias «Susper» gracias a la localización del huido Francisco Abad Urquijo, que fue identificado hace unas dos semanas.
Los registros efectuados tras el arresto han permitido a la policía incautarse de una decena de armas cortas y «de guerra», mucho dinero en efectivo, así como documentos «codificados» en euskera, indicaron ayer las autoridades.
«Susper» se hacía pasar, en el piso en el que vivía, por un licenciado en Sociología. La tercera detenida, Garazi Aldana, por una profesora. Las fuerzas de seguridad galas localizaron a Abad Urquijo en Mont de Marsan hace unas dos semanas. El control de sus movimientos desde entonces permitió la captura de «Susper» este jueves, tras la plena confirmación de su identidad como el hombre que acompañaba a Abad hasta una vivienda en la que pernoctaron aquella noche. La detención se precipitó por miedo a que el dirigente etarra pudiera escapar al descubrir la vigilancia policial.
Fernández Iradi y Garazi Aldana salían del inmueble que ocupaban en Mont de Marsan por la mañana y regresaban por la tarde, como si cumplieran un horario laboral. En sus desplazamiento por la calle, según fuentes de la lucha antiterrorista, «Susper» adoptaba una actitud recelosa en extremo, e incluso miraba detrás de sí con la mano en la cadera, donde ocultaba la pistola que llevaba cuando le detuvieron.
Por otra parte, el etarra Gonzalo Rodríguez Cordero forzó ayer su expulsión de un juicio en la Audiencia Nacional tratando de quedarse desnudo en plena sala, donde estaba siendo juzgado por su participación en el atentado con coche bomba en 1992 en la Plaza de la Cruz Verde, en el que murieron cuatro militares y un civil.