PSC y ERC coincidieron ayer, durante su primera reunión oficial de negociaciones postelectorales, en la necesidad de un gobierno catalán estable que no espere a los resultados de los comicios generales, lo que supone impedir a CiU que mantenga hasta marzo un ejecutivo en minoría. Además, los socialistas se comprometieron a «sentirse vinculados» en las cámaras Alta, Baja y europea por los acuerdos tomados en el Parlament.
Los republicanos mantienen su propuesta de gobierno de concentración (todos los partidos menos el PP) y los socialistas la suya de gobierno de izquierdas, aunque éstos afirmaron que «hay determinados temas en los que hay que llegar lo antes posible a un acuerdo nacional», sobre todo la financiación y el autogobierno, aunque también es conveniente sobre inversiones del Estado en Catalunya y leyes de ordenación territorial, del audiovisual y electoral.
Así lo dijo José Montilla, que se reunió junto a Ernest Maragall con la comisión negociadora de ERC, con Joan Puigcercós y Ernest Benach, durante una hora y cuarto en el Parlament. El próximo jueves por la tarde se reunirán de nuevo ambos partidos.
Puigcercós se mostró especialmente satisfecho por la intención del PSC de «no supeditar el calendario catalán» a las generales, con la consiguiente «sensación de provisionalidad». «Mañana veremos qué dice CiU», añadió.
Montilla, que realizó una rueda de prensa junto a Ernest Maragall tras la de ERC, confirmó que «no hay que alargar las negociaciones más allá de lo necesario» porque «no interesa al país», así que apostó por cerrar un acuerdo en torno a la constitución de la Cámara, en vez de «un gobierno provisional de continuidad, y en este caso más 'tocado'». «La provisionalidad es lo que menos necesita el país ahora», añadió.