El Gobierno español ha contribuido con su política a hacer del mundo un lugar «más inseguro» desde los atentados contra Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001. Así se desprende del 'Informe anual de Política Exterior y Derechos Humanos del Gobierno Español 2002-2003. Menos derechos y más inseguridad en nombre de la guerra contra el terrorismo' elaborado por Amnistía Internacional, que además acusa al Ejecutivo de tener «un doble rasero» y «una doble moral» en numerosas ocasiones, como los casos de Irak, Colombia e Israel.
El director de la sección española de Amnistía Internacional, Esteban Beltrán, denunció «la contribución del Gobierno español a hacer un mundo más inseguro». Cree que el Ejecutivo ha perdido una gran oportunidad, ya que ha ocupado un papel relevante en la escena internacional, como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y como presidente de turno de la UE durante el primer semestre de 2002.
Beltrán aseguró que en ese periodo el Gobierno tendría que haber «empezado una guerra por los derechos humanos en lugar de participar en una guerra contra el terrorismo que olvida los derechos humanos». El elemento que, a su juicio, mejor define la política exterior española es el «doble rasero», ya que se ha «abstenido de criticar las restricciones a las libertades» de sus aliados, sobre todo de Estados Unidos. También critica que no se haya aplicado la política de «mano firme» que se ha usado en Irak con otros gobiernos, como el de Colombia, con el que además España «colabora activamente».