«¡Sofi, cógelo!, y me tiró por el aire un paquetito con una cajita. Dentro había un anillo». Así relató la Reina la espontánea y poco protocolaria forma en que Don Juan Carlos selló su compromiso matrimonial con ella el 12 de septiembre de 1961. Aquella escena queda muy lejos de la expectación que ha despertado la petición de mano de la futura Princesa de Asturias por parte de Don Felipe, que ayer tuvo lugar en los Palacios de El Pardo y La Zarzuela.
El escenario de la petición de mano de Doña Sofía tampoco fue ningún Palacio, sino el hotel Beau Rivage en Lausana (Suiza), ciudad en la que residía la reina Victoria Eugenia, donde los Reyes de Grecia, acompañados de sus hijas, habían inaugurado el pabellón griego de la Exposición Universal. Allí coincidieron con Don Juan, que acababa de llegar de Estoril (Portugal), donde residía, y con Don Juan Carlos, y ambas familias decidieron cenar juntas esa noche.
A los postres, el hoy Rey de España pidió la mano de la princesa Sofía al rey Pablo de Grecia. Al día siguiente, en Atenas, ciento un cañonazos anunciaron el compromiso, al tiempo que se hacía pública la nota oficial por parte de la Corte griega, mientras en España la noticia fue recogida sin mayores alardes por la prensa.