Los 883 colegios electorales de la Comunidad de Madrid abrieron ayer con «absoluta normalidad» aunque algunos de los votantes y miembros de las mesas electorales se presentaron en los centros escolares una hora antes, al haber olvidado cambiar la hora de sus relojes. El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, señaló que «la gran noticia de la jornada electoral es la más absoluta normalidad».
El candidato de Nuevo Socialismo, Eduardo Tamayo, que acudió a votar a las 19.30 horas, recibió los insultos y abucheos de algunos votantes e, incluso, de los interventores del PSOE. El ex diputado socialista, que estaba acompañado por dos guardaespaldas, fue recibido con gritos de «macarra», «vendido», «sinvergüenza» y «chorizo». «Qué poca vergüenza tienes de venir aquí a votar con la democracia», le increpó uno de los votantes.
Mientras, José María Prieto, vecino de Pozuelo de Alarcón, presentó ayer una denuncia ante la Junta Electoral de Navalcarnero por presidir una mesa electoral de la localidad un párroco ataviado con alzacuellos y crucifijo. Según este vecino, en un Estado no confesional como es España «es ilegal que una persona ataviada con indumentaria religiosa presida el voto en una mesa».
Los hechos denunciados tuvieron lugar en el Centro Cultural Volturno. Prieto manifestó que al ir a votar se encontró que la mesa estaba presidida por un sacerdote ataviado con un alzacuellos y un crucifijo, que saludaba a sus feligreses como tales. «Fue entonces cuando me negué a votar y solicité al primer vocal que recibiera mi voto», explicó.