El Ministerio de Defensa anunció ayer a través de un comunicado que el vocal español de la Comisión Internacional que investiga el accidente del Yakolev-42 en el que murieron 62 militares españoles, el general Sánchez Borrallo, viajará a Turquía para contrastar las últimas informaciones que apuntan a que la autopsia de los cadáveres habrían revelado unos niveles altos de alcohol en uno de los pilotos y una azafata del pasaje siniestrado.
El 'Heraldo de Aragón' publicó ayer una información en la que, citando fuentes de la comisión de investigación del accidente, aseguraba que una autopsia de los tripulantes revelaba que un piloto y una azafata contenían unas tasas de alcohol en sangre superior a las permitidas. La normativa europea prohíbe consumir alcohol hasta ocho horas antes del inicio del servicio por parte de cualquier empleado integrante de una tripulación aérea.
Según el citado diario, las autopsias se llevaron a cabo después de recoger restos de los cadáveres, por parte de las autoridades turcas. La comisión turco-ucraniana que realizó la investigación escuchó las cintas con las conversaciones grabadas entre los dos pilotos para detectar si la voz podía revelar que estaban embriagados.
Estos datos confirman las afirmaciones realizadas por militares de la Base Aérea de Zaragoza poco después del suceso, quienes señalaron que la tripulación ucraniana consumió alcohol en la cantina del aeropuerto durante la escala en Manás (Kirzisgtán).