El IPC subió en septiembre el 0,3%, lo que situó la tasa acumulada en el 1,4% y la interanual -últimos doce meses- bajó al 2,9%, según Estadística. La inflación subyacente -excluye los alimentos frescos y los productos energéticos- aumentó el 0,2% y su tasa interanual lo hizo el 2,8%.
El IPC de septiembre estuvo protagonizado por el encarecimiento del vestido y calzado (2,8%) y el de los alimentos y bebidas no alcohólicas (0,9). Por el contrario, el ocio y la cultura se abarataron el 1,6%, los hoteles, cafés y restaurantes el 0,8, y el transporte el 0,1.
Dentro de los alimentos, los mayores encarecimientos los registraron el pescado (2,9%), legumbres y hortalizas (2,7%), carne de ovino (6,5), de ave (1,7), otras carnes y casquería (8,8) y fruta (1%).
La tasa de inflación interanual de los alimentos frescos ha registrado un importante repunte desde mayo y ha pasado del 4,4% en el citado mes al 7,7.
En septiembre los productos energéticos se abarataron el 0,4% y los carburantes y combustibles el 0,6, lo que ha permitido un abaratamiento interanual del 0,2 y del 0,8%, respectivamente.
El Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) creció dos décimas en septiembre y situó su tasa interanual en el 3%.
Tras conocer estos datos, el Gobierno, la CEOE y las Cámaras de Comercio confiaron en que el repunte de los alimentos obedezca a la pasada ola de calor y por tanto, en una próxima desaceleración de éstos. Rato valoró el IPC de septiembre, por cuanto indica una tendencia decreciente de la inflación y una reducción del diferencial con la UE.