El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, anunció ayer que la federación se abstendrá, por primera vez desde la llegada del PP al poder, en la votación de las enmiendas a la totalidad que presentará la oposición a los Presupuestos Generales del Estado, por lo que «romperá» con su tradicional apoyo al Gobierno.
En la rueda de prensa posterior a la ejecutiva de CiU, Duran recordó que mientras otros años ya se habían producido los primeros contactos con el Gobierno antes del verano, esta vez sólo ha habido una reunión, que se produjo la semana pasada, sobre las cuentas del Estado para el 2004.
Además, cree que el «clima de clara confrontación» entre el PP y CiU no va a facilitar un gesto del Gobierno para ganarse el habitual apoyo de los nacionalistas, que han expresado en más de una ocasión su sintonía con la política económica del PP.
En cualquier caso, Duran señaló: «Nuestro voto no está comprometido ni con el Gobierno ni con la oposición», y desligó «descaradamente» la posición de Convergència i Unió de la cercanía de las elecciones catalanas, que se celebrarán el próximo 16 de noviembre.
Duran insistió en que a CiU «no le temblarán las piernas» tanto si decide apoyar los Presupuestos como si los rechaza, al margen de la cita electoral, ya que, añadió, la federación sólo se fijará en la orientación social de las cuentas, así como en si el PP acepta las inversiones que los nacionalistas reclaman para Catalunya. Desde el PP se acusa a los nacionalistas de buscar rédito electoral con esta medida, considerada como una «grave irresponsabilidad política».