OTR/PRESS-ÀLAVA
El presidente del PNV, Javier Arzalluz, convirtió ayer su discurso
durante la celebración del Alderdi Eguna en un alegato en defensa
del Plan Ibarretxe, que concibe como un contraataque a los intentos
del Estado de vaciar el Estatuto. Arzalluz animó a la resistencia y
advirtió que si Euskadi no puede ser como plantea el lehendakari,
«se establecerá por sí mismo». En su discurso, cargado de críticas
al Gobierno, PSOE, sindicatos y ETA, se mostró dispuesto a dialogar
con todos, incluida la banda terrorista.
«Espero que en Madrid tengan claro que este pueblo vasco ha roto aguas, no sé si es niño o niña, pero viene criatura». Con estas palabras advirtió que el nacionalismo «va a ganar este partido todos unidos, a pesar de tener en contra a PP, PSE y los medios de comunicación».
No obstante, se mostró dispuesto a dialogar con todos, incluido con ETA, ya que, en su opinión, si no hay diálogo en una sociedad «no es que no haya democracia, sino que no se puede vivir».El discurso de Arzalluz estuvo cargado de críticas a socialistas y populares. A ambos les acusó de mentir y meter miedo con respecto al Plan Ibarretxe diciendo que es rupturista y pidió a sus simpatizantes que no tengan miedo con respecto a las advertencias que hizo el Círculo de Empresarios Vascos, al que calificó de «club de derechones», sobre las consecuencias económicas del plan.
Las palabras más duras fueron para el Gobierno de Aznar, al que acusó de abusar de la Justicia con fines políticos, consiguiendo, a su juicio, que en España no haya democracia. «El Gobierno español ha vuelto con todos los tics de la derechona intentando hacer lo mismo que Cánovas, que quería ilegalizar al PNV», señaló. «No tenemos otra perspectiva que la resistencia», dijo Arzalluz, instando así al «contraataque» para «no ser la barca que se irá llevando poco a poco el agua».