El adiós de Jordi Pujol tras 23 años como presidente de la Generalitat y la convocatoria electoral autonómica del 16 de noviembre han protagonizado la Diada Nacional de Catalunya, en la que ha estado ausente el socialista Pasqual Maragall al pasar la jornada con la colonia catalana en Chile.
La Diada, que ha combinado actos institucionales y reivindicativos, ha venido marcada también por la petición del presidente del PPC, Josep Piqué, de que se cambie el modelo de ofrenda floral a Rafael Casanova, conseller en cap de Barcelona 1714, para evitar que los demócratas sean «insultados y amenazados por una minoría de energúmenos antidemocráticos». El primer secretario socialista, Josep Montilla, admitió la necesidad de reflexionar sobre esta propuesta. Desde CiU, Artur Mas precisó que los gobernantes deben aceptar críticas y manifestaciones de los ciudadanos.
Mas no se mostró sorprendido por la «coincidencia» entre PP y PSC en esta demanda. El 'conseller en cap' reclamó «actitud cívica» durante toda la jornada pero dijo que los actos tradicionales de la Diada Nacional se deben mantener porque forman parte de la memoria histórica y de la «dignidad del país».