El presidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, pidió ayer a su partido, empezando por él mismo, que se ponga «detrás» de Mariano Rajoy, propuesto como secretario general y candidato para 2004, para que no le falte «colaboración, lealtad y confianza». Según dijo, esto será «un relevo con todas las consecuencias», y de hecho anticipó que, a partir de hoy (por ayer), el lider del partido no será él, sino Rajoy.
Ante la Junta Directiva Nacional, Aznar defendió su abandono de la primera línea política argumentando que su compromiso de no repetir es fruto de «una forma de entender la política», pues considera que un proyecto no debe vincularse a una persona. «Ha llegado el momento de cumplir lo promnetido», proclamó.
En su opinión, delegar en Rajoy es «una decisión acertada» y de él destacó su «responsabilidad, capacidad de trabajo, tenacidad, dotes de organización, rigor y serenidad». «Ha dejado claro que es una persona en la que se puede confiar» -resaltó-. Sea cual sea la tarea que le haya tocado asumir, por difícil que haya sido, la ha asumido con responsabilidad y valentía. Y el resultado ha sido siempre el mejor».
Definió a su todavía vicepresidente como «una de las bases más sólidas» del Gobierno, con el que tratar es «un verdadero privilegio», pero entre sus cualidades resaltó especialmente «la sensatez». «Un político con los pies en el suelo» -resumió-. Representa el mejor presente y el mejor futuro del PP».