El capitán de navío Manuel Martín-Oar, fallecido en el atentado del martes contra la sede de la ONU en Bagdad, murió en el mismo lugar sin que llegara a ingresar en ningún centro sanitario, explicó ayer su jefe en Irak, el embajador Miguel Benzo.
Benzo manifestó que hasta el miércoles no se supo exactamente qué había ocurrido con Martín-Oar, al que tras el atentado estuvo buscando infructuosamente, durante la noche del martes por los hospitales de Bagdad.
Al parecer, murió poco después y por ello fue trasladado directamente al tanatorio del aeropuerto de la capital sin que llegara a ingresar en ningún hospital.
El embajador apuntó que un certificado de las autoridades sanitarias estadounidenses constata que murió pocos minutos después, y por ello fue llevado al aeropuerto y no a un hospital, circunstancia que los representantes diplomáticos españoles no conocieron hasta el miércoles.