La diputada del Grupo Mixto, María Teresa Sáez, que desde que estalló el escándalo de la Asamblea de Madrid ha permanecido siempre en un segundo plano, compareció ayer en la comisión de investigación, pese a que sus abogados insistían en que la citación no había sido requerida en tiempo y forma. Sáez recalcó que no es «una trásnfuga, ni una traidora» y que «la trama sólo existe en la mente de Simancas».
La diputada expulsada del PSOE afirmó que «no estaba previsto» que Tamayo y ella se ausentaran de la sesión constitutiva de la Asamblea el pasado 10 de junio y explicó que su decisión de seguirle «surgió en el momento», una vez que Tamayo le dijo que se iba, poco antes de empezar la sesión.
Sáez aseguró que decidió irse con Tamayo «porque estaban incumpliendo todos los acuerdos que se habían hecho en el despacho de Blanco y Zapatero» y «llevaba un malestar muy grande».Al igual que Tamayo, esgrimió también la razón del pacto de gobierno del PSOE con IU y recalcó que no es «una tránsfuga, ni una traidora» y que «la trama sólo existe en la mente de Simancas».
En su primera intervención ante la Comisión de Investigación de la Asamblea de Madrid, aseveró que no tiene «nada que ocultar» y señaló que su madre le dice que ha hecho «lo que tenía que hacer» y que sus hijos están «orgullosísimos», ya que ellos mismos le pedían «que no deje que le den a IU todo lo que le van a dar».