El Gobierno nombró ayer a Antonio Salinas como nuevo fiscal jefe Anticorrupción. Carlos Jiménez Villarejo dejará por tanto el cargo, y lo hará tras solicitar por cuarta vez al Fiscal General del Estado, Jesús Cardenal, que permita que se investigue la trama de la Comunidad de Madrid, y tras pedir su jubilación voluntaria. El Ejecutivo aprobó todos los nombramientos propuestos por Cardenal, pero el PSOE advierte de que se trata de una «limpieza» en la cúpula fiscal y pide la comparecencia en el Congreso del ministro de Justicia, Michavila.
En un breve oficio, Jiménez Villarejo ha aprovechado el día de su relevo para pedir a Cardenal el permiso para que la Fiscalía Anticorrupción investigue la trama de corrupción de la Comunidad de Madrid. El ya ex fiscal jefe Anticorrupción recuerda que la vía judicial ha quedado cerrada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, al rechazar definitivamente la inadmisión de la querella presentada por el PSOE.
Este fue el motivo que alegó Cardenal en las tres peticiones precedentes para impedir la investigación de la Fiscalía de Villarejo. Cardenal no tomará una decisión sobre la autorización de esta investigación hasta conocer la postura del nuevo fiscal jefe, Antonio Salinas.Tras remitir este oficio, Jiménez Villarejo remitió otro escrito al Fiscal General del Estado solicitando su jubilación voluntaria, prevista en el artículo 46.2 del Estatuto Fiscal. Cardenal ya ha dado traslado de la petición a la Inspección Fiscal, y éste a su vez al Ministerio de Justicia, ya que es el Gobierno el que debe conceder esta jubilación. A Jiménez Villarejo aún le quedaban cuatro años para la jubilación, pero ha decidido solicitarla voluntariamente tras ser apartado de Anticorrupción.