Una vez finalizada la fase de concentración, el general jefe de la Brigada Multinacional, el ibicenco Alfredo Cardona Torres, dio ayer por iniciada la fase de despliegue escalonado de las tropas españolas en Irak, «un hecho que marca realmente el momento en que después de habernos preparado a conciencia, cruzamos la línea de partida y entramos de lleno en el cumplimiento de la misión que nos ha sido asignada».
El discurso del general Cardona coincidió con la despedida de parte de los 1262 soldados de la Brigada Multinacional Plus Ultra, en la base 'General Morillo' de Figueirido, en Pontevedra, a la que asistieron numerosos familiares. En el mismo acto también se dirigió a las tropas el jefe del Estado Mayor del Ejército, el menorquín Luis Alejandre Sintes, quien se comprometió a «daros cuando volváis el abrazo del amigo y del mando». «Es un honor para mí estar hoy aquí con vosotros, que representáis el espíritu de esta misión», dijo el JEME en su breve y sentida alocución sin papeles de por medio.
El general Cardona destacó que la misión «pretende llevar seguridad a los iraquíes y ayudarles a que reorganicen sus propias estructuras sociales, sin inmiscuirnos en asuntos internos. Nuestras acciones irán precedidas del mayor respeto y comprensión a la religión, tradiciones y costumbres del pueblo iraquí. No vamos con misión de ocupar territorio alguno, sino de ayudarles a que recuperen cuanto antes la capacidad para gobernarse y volver a desarrollar sus vidas en un ambiente de seguridad».
Respecto a los posibles riesgos que pueden correr los soldados españoles en Irak, el general Cardona apuntó que «en Bosnia y Kosovo también los hubo, y en algunos casos posiblemente superiores a los actuales, y el Ejército de Tierra salió airoso de su misión». En cuanto a un hipotético uso de la fuerza, aseguró que «estamos preparados para ello y actuaremos con decisión y sin ninguna tibieza en el caso de que elementos incontrolados intentaran realizar cualquier tipo de acción violenta contra nosotros».