Eduardo Tamayo presentó ayer su partido, Nuevo Socialismo, al tiempo que aseguró que cinco diputados del PSOE formarán parte de la lista que presentará en las próximas elecciones autonómicas. La respuesta del PSOE a esta presentación fue muy dura. Su portavoz en la Asamblea de Madrid, Rafael Simancas, aseguró que el diputado tránsfuga no tiene ninguna credibilidad, y el portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera, auguró que Nuevo Socialismo «irá a la basura». Junto a Tamayo, estuvieron en la rueda de prensa María Teresa Sáez, a la que no se le pudo formular ninguna pregunta y quien, según su norma habitual, no pronunció palabra alguna, y el abogado Miguel Antoranz. Tamayo aseguró que su nuevo partido socialdemócrata cuenta con los suficientes apoyos para presentar una lista de 111 integrantes, además de los suplentes, con personas «de reconocido prestigio personal, profesional y político».
Entre ellos estarán, «muy probablemente» y según Tamayo, cinco diputados socialistas de la Asamblea de Madrid, cuyos nombres no quiso dar para no provocar su inmediata expulsión del PSOE. En esa lista también citó al pintor gallego Nelson Zumel, quien también asistió a la presentación del partido. El diputado tránsfuga aseguró que su partido representa los valores de la socialdemocracia y de la izquierda moderada, se trata de «una escisión política del socialismo madrileño».
El rechazo del PSOE a todo lo que huela a Tamayo es patente. «No tiene ninguna credibilidad, ni para nosotros ni para la opinión pública», se limitó a decir de Tamayo el portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Rafael Simancas, que no quiso hacer más comentarios sobre el diputado tránsfuga. Jesús Caldera, portavoz parlamentario socialista, se manifestó en término similares.
«No comento nada sobre los corruptos. Sólo que me gustaría verlos ante los tribunales», dijo. Ante la insistencia de los periodistas insistió en que el PSOE no hará «propaganda de la corrupción», aunque sí añadió el pronóstico de que Nuevo Socialismo «irá a la basura».