LUIS GRANOVSKY-MÉXICO
Despedido con insultos, gritos, carteles y llantos de decenas de
argentinos, el ex militar Ricardo Miguel Cavallo partió anoche de
México para ser juzgado en España por terrorismo y genocidio, en un
hecho sin precedentes en el mundo. El juez Baltasar Garzón le
interrogará hoy en Madrid.
Por varios minutos, «asesino, asesino, asesino» fue el grito unánime que despidió a Cavallo en el aeropuerto cuando fue trasladado al avión de la Fuerza Aérea Española que lo condujo a Madrid. Detenido en México desde el 24 de agosto de 2000, la Justicia mexicana concedió la extradición, requerida por Garzón, para ser juzgado por terrorismo y genocidio, aunque no por tortura, porque estimó que ese delito prescribió.
Cavallo, conocido como «Sérpico», capitán de corbeta, estuvo en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura militar argentina (1976-83), uno de los principales centros donde se secuestró y asesinó a miles de personas. El ex militar dirigía en México el Registro Nacional de Vehículos hasta que un periódico publicó su historia como torturador, incluso con testimonios de recluidos en la ESMA que le identificaban plenamente.