OTR/PRESS-ROMA
Una bomba de mediana potencia explotó ayer en la puerta del Liceo
Cervantes Español de Roma, causando graves desperfectos en el
inmueble, aunque sin ocasionar víctimas. El director del centro,
José María Jiménez Serrano, no descarta que el atentado lleve la
firma de ETA, mientras que la policía italiana baraja, entre otras
posibilidades, que se trate de un sabotaje de los propios alumnos
para no examinarse.
Sobre las 4.45 horas explotaba un artefacto de fabricación casera -una olla a presión con entre 300 y 500 gramos de dinamita- colocado en la puerta del Liceo, en la calle de San Pancrazio, en la zona del Trastevere. Aunque no se registraron víctimas, la explosión arrancó el marco de hierro de la puerta, destruyó tres o cuatro peldaños de las escaleras de acceso e hizo saltar por los aires los cristales de las ventanas.
Tras el suceso, los 'carabinieri' acudieron al centro que no han descartado que el móvil haya sido el atentado contra intereses españoles en el extranjero y que ETA esté detrás del incidente.
Pese a que «todas las hipótesis siguen abiertas», la policía no descarta tampoco que hayan sido los propios alumnos del Cervantes quienes hayan colocado el explosivo para no hacer los exámenes que iban a tener lugar ayer. Treinta estudiantes italianos debían pasar esta semana las pruebas de 'terza media' (al término del Bachillerato) y de 'maturitá' (selectividad).