EUROPA PRESS/EFE-MADRID
«Nuestra voluntad política es que haya elecciones», aclararon
fuentes de la dirección nacional del partido que, en cualquier
caso, se mostraron partidarias de aguardar a que el PSOE aclare
cuál será su posición y conocer las intenciones de los dos
diputados socialistas que, con su ausencia en la constitución de la
Asamblea, forzaron que su Presidencia recayera, contra todo
pronóstico, en el PP.
Así, las citadas fuentes incidieron en que 'la pelota' está ahora en el 'tejado' socialista, aunque anunciaron que el PP no se limitará a esperar el devenir de los acontecimientos, sino que tomará «alguna iniciativa» al respecto en los próximas semanas. No obstante, los 'populares' han encargado informes técnicos a los servicios jurídicos de la Asamblea de Madrid, a fin de aclarar dudas sobre las distintas situaciones que podrían darse en función de las decisiones que tomen los diputados Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez.
Con esos informes, y una vez que se conozca si Tamayo y Sáez renunciarán o no a sus actas de diputado, el PP tomará una decisión definitiva, aunque desde Génova se hace hincapié en que la mejor opción es una convocatoria electoral después de la disolución de la Asamblea.Por su parte, la candidata del PP a la presidencia regional, Esperanza Aguirre, subrayó ayer que no será ella «quien se oponga» a la convocatoria de unas nuevas elecciones autonómicas, pero agregó que el 1.435.000 votos que su partido recibió en las urnas le dan «legitimidad» para «garantizar la estabilidad institucional» y dijo que no piensa pedir «respaldo a nadie» fuera de los 55 diputados del grupo parlamentario popular y que rechazaría ser presidenta con los votos de Tamayo y Sáez.