Esta decisión, esperada por la mayor parte de los expertos y que el propio BCE se había encargado de insinuar, se produce gracias a que la institución monetaria ha detectado que las tensiones inflacionistas se han rebajado, al tiempo que permitirá dar un empujón a una economía europea que se ha estancado. Precisamente, la rebaja de tipos coincidía ayer con la publicación de los últimos datos de Eurostat, en los que se refleja que el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro registró un crecimiento cero en el primer trimestre de 2003 con respecto al trimestre anterior.
El presidente del BCE, Wim Duisenberg, justificó la bajada con las previsiones de inflación por debajo del 2 por ciento en 2003 y una cifra mucho menor en 2004, al tiempo que dejó la puerta abierta a futuras reducciones de los tipos en la eurozona. En los últimos días tanto las Bolsas -con importantes subidas- como el euro -que se ha depreciado ligeramente frente al dólar- habían anticipado la noticia del recorte de tipos, algo similar a lo que ha ocurrido con el euribor, la principal referencia hipotecaria, que desde el martes se encuentra por debajo del 2,00 por ciento.
Ayer, la Bolsa recibió con una caida del 0,70% el recorte, mientras el euro se dispara y se acerca a los 1,19 dólares. La decisión del BCE repercutirá especialmente en las personas que tengan una hipoteca cuya renovación se produzca en los próximos meses, algo que sindicatos y organizaciones de consumidores consideran muy positivo para aligerar la deuda financiera que acumulan las familias. Según los cálculos de las organizaciones de consumidores, la rebaja permitirá reducir entre 32 y 38 euros la cuota mensual de una hipoteca media, es decir, de entre 120.000 y 150.000 euros con un plazo de vencimiento de 20 años.