La inversión extranjera neta en España ascendió en 2002 a 25.978 millones de euros, un 7,82 por ciento menos que en 2001, año en el que ya descendió un 8,66 por ciento, cifras, no obstante, inferiores a la caída del 31 por ciento prevista por la UNCTAD para los países desarrollados y la del 29 por ciento registrada en los principales miembros de la UE, según datos presentados ayer por el secretario general de Comercio Exterior, Francisco Utrera.
La inversión neta, descontadas las entidades de tenencia de valores extranjeros (ETVE), descendió un 7,1 por ciento, con 8.024 millones, con lo que sigue la tendencia registrada en los últimos cinco años, a excepción de 2000.
Las inversiones de los países de la OCDE, que representan el 95,11 por ciento del total, retrocedieron un 8,23 por ciento. La inversión de Estados Unidos, que supone el 53,66 por ciento, aumentó un 505 por ciento, por tres grandes operaciones de ETVE, mientras que la procedente de la UE, que representa el 36,79 por ciento, cayó un 55,16 por ciento.
Dentro de la UE, destacan los Países Bajos, que suponen el 25,8 por ciento del total de la inversión extranjera, seguidos de Bélgica (5,9 por ciento) y Alemania (5,7 por ciento).