El Indice de Precios de Consumo subió en abril el 0,8% y situó la tasa acumulada en los cuatro primeros meses en el 1,3% y la interanual en el 3,1%, seis décimas menos que en marzo, informó el Instituto Nacional de Estadística.
La inflación subyacente -excluye el precio de los productos alimenticios y energéticos-, aumentó el 1,3 por ciento hasta situarse en el 3,3 por ciento en los últimos doce meses, una décima más que en marzo.
En abril, el grupo más inflacionista fue vestido y calzado con un encarecimiento del 8,7 por ciento, seguido de ocio y cultura (1,5 por ciento), medicina y hoteles, cafés y restaurantes (0,7 por ciento), menaje (0,6 por ciento) y de bebidas alcohólicas y tabaco y otros bienes y servicios (0,1 por ciento).
Por el contrario, se abarató el transporte (1,5 por ciento) y las comunicaciones (0,2 por ciento), mientras que alimentos y bebidas no alcohólicas, vivienda y enseñanza no variaron respecto a marzo.
El aumento del IPC de abril lo protagonizó el encarecimiento del vestido (9,3 por ciento) y calzado (7,5 por ciento), debido al fin de las rebajas, seguido de la subida de los viajes organizados (9,1 por ciento) y de los hoteles (6,8 por ciento) durante la Semana Santa.
El Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) subió el 0,8 por ciento en abril hasta situarse en el 3,2 por ciento en tasa interanual, cinco décimas menos que en marzo.
El ministro de Economía, Rodrigo Rato, aseguró que la desaceleración de los precios permitirá reducir el diferencial con la UE que tanto en su opinión como en la del gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, se situará cerca del 1% en abril.
Para Rato el IPC de abril garantiza que en el 2003 España aumentará sus márgenes de crecimiento y de actuación para el 2004.
Los sindicatos calificaron de de coyuntural la desaceleración experimentada por el IPC en abril, en un análisis coincidente con el de PSOE e IU, que, sin embargo no comparte la patronal CEOE, que considera el dato «satisfactorio» y pide moderación salarial para que los precios continúen la senda descendente. La oposición mostró también su preocupación por el diferencial con la media de inflación de la zona euro, que sigue siendo elevado (1,1 por ciento).
UGT señaló que «no existen síntomas de que la inflación esté mejorando», según indica la inflación subyacente, al tiempo que indicó que la bajada de la tasa anual es fruto del «pésimo» dato de abril de 2002, cuando aumentó el 1,4 por ciento.