La economía española registró un crecimiento en torno al 2 por ciento en el primer trimestre de 2003 respecto al mismo periodo del año anterior, según el Banco de España, prolongando las pautas con las que se terminó 2002: el gasto de los hogares sigue siendo el motor del crecimiento y el sector exterior continúa marcado por la incertidumbre y el retraso en la recuperación internacional.
No obstante, el Banco de España apunta como «notas más esperanzadoras», además del rápido desenlace de la guerra, la tendencia a la estabilización del precio del crudo y la evolución más favorable de algunos mercados financieros.
El crecimiento del primer trimestre del presente año es ligeramente inferior al registrado en el último trimestre de 2002 (2,1 por ciento) en términos interanuales, pero es el mismo respecto al trimestre anterior (0,3 por ciento). El Banco de España resalta la existencia de condiciones favorables para la reanimación de la actividad en el segundo semestre de este año, aunque en función de cómo se desarrollen los acontecimientos internacionales.
La incertidumbre se mantiene a nivel mundial, afirma el informe, explicando que los resultados del primer trimestre serán peores en algún país que en el periodo precedente, aunque apunta algunas notas «esperanzadoras», junto al rápido desenlace de la guerra, como la tendencia a la estabilización del precio del crudo y el comportamiento más favorable de algunos mercados financieros, en particular en determinadas economías latinoamericanas.