El PP negó ayer que se pueda hablar de «desunión» por una situación «muy puntual» y que es «inútil» buscar disidencias en el partido, en alusión a las discrepancias y a las dimisiones de cargos públicos, principalmente de concejales, por la posición del Gobierno.
En las últimas horas, la edil de Daimiel (Ciudad Real) y miembro de la ejecutiva provincial, Edith Bedin, ha renunciado a sus cargos y se ha dado de baja después de mostrarse a favor de una moción de la mayoría socialista en contra de la guerra y a favor de la retirada de los militares españoles.
Igualmente, la concejal de Almería Ruth García Orozco, que forma parte de la Ejecutiva del PP de Andalucía, ha pedido la baja del partido, aunque se ha tomado un período de reflexión tras hablar con el presidente provincial, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador.
Ayer se supo que concejales del PP en los ayuntamientos de L'Alqueria de la Comtessa y Palma de Gandia (Valencia) se sumaron a sendas mociones presentadas la semana pasada en sesión plenaria, respaldadas también por PSPV, Bloc y Unión Valenciana, en las que se insta al Gobierno central a «no participar, ni de forma directa ni indirecta, en las operaciones militares contra Irak».
En Cataluña, el presidente del Grupo Parlamentario Popular, Alberto Fernández, explicó que los dos concejales de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) que abandonarán el partido y pasarán al grupo mixto habían sido avisados hace quince días de que no iban a estar en las listas electorales con vistas a los próximos comicios locales.
Contrastó Fernández la «entereza» de «centenares» de concejales que soportan «coacciones» por apoyar al Gobierno y las «estridencias» de quienes utilizan el conflicto bélico para expresar malestar con el partido por no haberse contado con ellos.
Sin embargo, CiU y los partidos catalanes de izquierda (PSC, ERC ICV) destacaron la «conciencia» con la que han actuado los dos ediles citados de Santa Coloma, así como otro de Calafell, que también ha dimitido.
Por el contrario, el diputado del PP Jesús López-Medel, presidente de la Comisión de Justicia e Interior del Congreso, advirtió de que «nadie pretenda» que de sus palabras y «matices» se pueda entender una «discrepancia» con el partido, y anunció que votaría contra las mociones de la oposición sobre la guerra.En un artículo que publicó «El Diario Montañés», López-Medel opinaba que la paz tiene preferencia sobre la seguridad y que una guerra «contra todo un pueblo» no puede basarse «sobre sospechas» por muy sanguinario que sea su presidente.
El portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, aseguró que «no hay caso López-Medel» y consideró «inútil» el intento de buscar disidencias en el partido.