El vicepresidente primero del Gobierno y ministro de la Presidencia y Portavoz del Gobierno, Mariano Rajoy descalificó ayer en el Congreso la actuación del PSOE en relación con la crisis de Irak, atribuyendo a los socialistas un comportamiento «burdo, ridículo, mezquino», cambiante y electoralista. En el debate previo a las votaciones secretas no hubo cambio alguno de posición, pues el PP se reafirmó en su apoyo al Gobierno mientras toda la oposición volvió a manifestarse unida reclamando más tiempo para las inspecciones de la ONU.
El portavoz del Partido Popular en la Comisión de Asuntos Exteriores, Gustavo de Arístegui, que fue el primero en tomar la palabra para defender la propuesta de su Grupo, argumentó que el recurso a la fuerza es siempre «la última opción» pero quiso dejar claro que no hay que ser «ingenuos», ni cometer el «suicidio internacional» de creer que si se renuncia a la fuerza Sadam Husein se desarmaría la paz está más cerca
Tras afirmar que estamos más cerca de la paz gracias a la actitud del Gobierno del PP y proclamarse «orgulloso» de pertenecer al Grupo Popular, anunció que en las votaciones secretas se vería «con toda claridad» el grado «de cohesión y de claridad» que tiene el PP.