EFE/OTR-MADRID
El Gobierno se mostró ayer convencido de que los diputados del PP
demostrarán su responsabilidad en las votaciones sobre Irak que
tendrán lugar hoy en el Congreso, mientras el PSOE exigió al
Ejecutivo que rectifique y «retroceda» en su apoyo a las posiciones
de Estados Unidos. El presidente del Gobierno, José María Aznar,
aseguró que su partido se ha ganado la confianza de los ciudadanos
a pesar de la «incomprensión» de muchos y acusó al PSOE de actuar
como «comparsa del Partido Comunista», que habla de la paz en tono
violento y que está dispuesto a «cambiar seguridad por votos».
El jefe del Ejecutivo se pronunció en estos términos durante su intervención ante la Junta Directiva Nacional del PP. Además Aznar declaró que «España ya no está en condiciones de quedarse sentada en el rincón de la Historia, en el rincón de los países que no cuentan y no sirven», para, a continuación, justificar la presión contra el régimen de Sadam Husein para evitar un nuevo 11-S.
Para el presidente, que se entretuvo en relatar los incumplimientos del régimen iraquí y restó credibilidad al hecho de que ahora aparezca «milagrosamente» armamento que antes se decía que no existía, hay que ser conscientes de que Husein es el «espejo» en el que se miran muchos tiranos del mundo. Al tiempo que defendió su posición en la crisis, acusó a la oposición de «socavar» la confianza en el Gobierno. «Nadie nos votaría si diéramos marcha atrás, porque nadie vota a quien no tiene credibilidad», aseveró Aznar.