El presidente de BBVA, Francisco González, aseguró ayer en junta de accionistas que el banco «ha salido fortalecido» y «ha superado una prueba de fuego» con el escándalo de las cuentas secretas que mantuvo el extinto BBV en paraísos fiscales.
El banco «ha hecho lo que tenía que hacer: afrontar los problemas, traer el dinero al balance y actuar en consonancia con el Banco de España», según explicó a preguntas de un accionista que acusó al presidente de ser «cómplice» en las irregularidades vinculadas con las cuentas opacas junto al ex copresidente Emilio Ybarra.
Reconoció que este asunto originó «un deterioro apreciable» de la reputación de la entidad, ya restablecido, gracias a la «rápida y eficaz» actuación del banco, que «ha sido absolutamente impecable» y «así lo reconocen multitud de palabras y gestos que hemos recibido».