Bravo de Laguna votó el miércoles en la cámara autonómica a favor de una proposición de CC en la que se solicita al Gobierno central su oposición a una acción militar en Irak. La iniciativa de CC solicita al Ejecutivo regional que inste al Gobierno a firmar su compromiso con la paz, la democracia y el respeto a los Derechos Humanos y el Derecho Internacional.
Además de pedir al Gobierno de Aznar su oposición a cualquier acción militar unilateral, exigiendo que se exploren todas las vías políticas y diplomáticas con el fin de garantizar una solución pacífica del conflicto, haciendo especial hincapié en mantener la paz y seguridad internacional.
El presidente del Gobierno también encontró esta semana otra postura opuesta dentro del partido, la de Isaam Algnam Azzam, el alcalde de Muras (Lugo) de origen sirio, que afirmaba que en el PP existía «un importante abanico de gente que está en contra de la guerra y en contra de lo que hacen Bush y Aznar». También el diputado del PP Juan Morano se ha distanciado de la línea oficial expresando públicamente su «no rotundo» a la guerra de Irak.
La oposición destaca que la posibilidad de que los diputados del partido del gobierno se 'desmarquen' al votar sobre el conflicto de Irak tiene un precedente en el Reino Unido, donde una tercera parte de los parlamentarios laboristas optó por votar contra Tony Blair.
La pasada semana el portavoz de CC, José Carlos Mauricio, afirmaba que al menos ocho diputados del PP estaban dispuestos a apoyar en el Congreso una propuesta de CC e incluso habían pedido autorización para ello a su secretario general, Javier Arenas.
Gracias a que el voto será privado la oposición considera que nadie podrá poner «como excusa» el respeto a la disciplina de partido, como explicó ayer el socialista Jesús Caldera sin aventurarse a pronosticar si este método podrá dividir al Grupo Popular. «Se trata de que los diputados se expresen con total libertad», dijo.
La oposición, según explicó Caldera, considera que los diputados deben votar «con arreglo a su conciencia» si creen que hay razones para una intervención armada en Irak. «El apoyo a una guerra es una cuestión de conciencia que está por encima de ideologías y de partidos políticos», aseveró, tras pedir sus compañeros que piensen «en lo que quieren los ciudadanos» cuando emitan su voto.
Pero el portavoz del Grupo Popular, Luis De Grandes, niega toda posibilidad de división de voto en el PP y considera «un insulto» las sospechas de la oposición. «Tengo la plena confianza en la posición de unidad, coherencia y mantenimiento de las convicciones que nos unen, y en la solidaridad con el Gobierno del PP», dijo. A su juicio, no hay duda del resultado de la votación y los populares manifestarán la misma posición, sea la votación secreta o pública.
Horas antes, el secretario general del PP, Javier Arenas, exigía a Rodríguez Zapatero y a Jesús Caldera que explicasen si tienen problemas de conciencia para pedir que el voto fuese secreto a través de papeleta y no electrónico como en otras ocasiones.