El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró ayer «inaceptable» que, por primera vez en democracia «un Gobierno esté dispuesto a que España apoye una acción bélica sin que antes se haya debatido en el Parlamento». Zapatero hizo estas consideraciones en referencia a lo que denominó «apoyo incondicional» del Gobierno del PP a Estados Unidos ante una posible intervención militar contra Irak y a la negativa de Aznar a comparecer en el Parlamento para explicar su postura.
El líder del PSOE insistió en que el jefe del Ejecutivo debe comparecer «inmediatamente» en el Congreso, porque los ciudadanos «tienen derecho» a escuchar sus explicaciones y advirtió de que su resistencia a acudir al Congreso «tendrá consecuencias políticas para nuestro país». El ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, declaró que, en el caso de un hipotético conflicto bélico contra Irak, el Gobierno mantendrá «siempre» una posición «responsable y acorde» con sus compromisos internacionales.
Arenas aseguró que «aquí todos estamos haciendo todo lo posible para que no haya conflicto bélico», y añadió que «como nadie quiere una guerra, nos vamos a seguir moviendo en el ámbito de las Naciones Unidas». De otra parte, el máximo representante de la embajada española en Irak, Eduardo de Quesada, viajará en las próximas horas a España para participar en la preparación de la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, del que actualmente forma parte España. La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, aseguró que este viaje es «perfectamente regular y habitual» y descartó vincularlo con la situación de tensión prebélica en Irak.