Una gabarra que transportaba más de 1.300 toneladas de combustible se hundió esta madrugada en la bahía de Algeciras a una milla de la costa y provocó el vertido del fuel de su propio depósito, aunque no llegó a la costa.
Dos de los tripulantes fueron rescatados inmediatamente, y el capitán del barco, Miguel Roig, fue localizado sin vida a primera hora de la tarde en un lugar próximo a la zona del hundimiento. Con las causas del siniestro aún sin confirmar, la hipótesis que tiene más fuerza es que se haya producido por un desplazamiento de la carga.
El accidente comenzó a las 3.50 de la madrugada cuando la gabarra 'Spabunker IV', de la compañía Ciresa y destinada al suministro de combustible en el puerto de Algeciras, solicitó ayuda a las autoridades al tener inundada la popa.
La embarcación transportaba 1.029 toneladas de fuel oil, 176 de diesel oil y 169 de gas oil. Nada más tener conocimiento de la petición, dos remolcadores salieron del Puerto de Algeciras. A las 4.00 horas la tripulación informó de que tenía que abandonar el barco. En ese momento uno de los remolcadores informó de que la gabarra se había volcado a una milla de la costa y que había zozobrado a 50 metros de profundidad.
En ese momento se inició la búsqueda de la tripulación en la que participaron diversos buques, patrullas de la Guardia Civil y un helicóptero con equipos de rayos infrarrojos.Al poco tiempo del naufragio aparecieron dos de los tripulantes. Uno de ellos tuvo que ser hospitalizado con una herida en la cara. El capitán del barco estuvo desaparecido durante varias horas y se localizó su cuerpo sin vida a primera hora de la tarde.
Poco después del siniestro, la Junta de Andalucía activó su Plan de Emergencia para coordinar los medios técnicos y humanos para hacer frente a una posible catástrofe.
La gabarra se quedó hundida a unos 50 metros de profundidad y, poco después de su naufragio, comenzó a perder fuel. Aunque las primeras informaciones sobre este punto fueron confusas, las inspecciones que realizaron buzos de la compañía Cepsa aseguraron que el combustible que estaba saliendo a la superficie era el de la propia embarcación, pero que no había fugas de los tanques de carga, unos datos que fueron ratificados posteriormente por el ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, que se desplazó a Algeciras.
El naufragiodesplegó un encendido debate en torno a las medidas de seguridad y los medios para luchar contra estos desastres, en un ambiente ya muy sensibilizado por la catástrofe del 'Prestige'. PSOE e IU pidieron la comparecencia del ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos en el Congreso mientras la ministra de Exteriores, Ana Palacio, apostó por aumentar las exigencias a Gibraltar sobre el cumplimiento de las normas.